Holaaaaaa!!!
No os preocupéis que no va a haber ningún otro post depresivo conmigo luchando a vida o muerte con la trama de la novela. Eso ha pasado a la historia... la lucha no la novela... no os asustéis, las musas y yo nos llevamos muy bien otra vez :)
Ahora con el tema de la entrada antes de volver a revolcarme por la tierra de las musas.
Os preguntaréis a que viene el título del post. Pues viene a que mi imaginación es así, pienso mejor cuando me muevo, sobretodo si llevo música... o cuando estoy en la ducha por alguna razón que no logro entender, aunque estoy trabajando en comprender todas las variantes que hacen que funcione así.
Ursi: Shubi que te pierdes...
Perdón!!
Volvamos al tema de mi imaginación motora.
Lo curioso es que no sólo funciona a raíz de que me mueva, es que si estoy escuchando música y llegan las musas revolucionadas ¡no puede estarme quieta! Es superior a mis fuerzas que me quede sentada escribiendo, escucho y escucho la canción, buscando razones inútiles para subir y bajar las escaleras de mi casa o salir de casa a lo que sea, para darme un paseo y que las musas estiren las piernas.
La Generación Omega nació así, de un montón de canciones que me inspiraron pequeñas historias independientes y luego me di cuenta de que eran los mismos personajes siempre... Mis niños...
Tengo que decir que tengo muchas historias pequeñitas a raíz de canciones, y tengo muchas historias de "amor" y pongo amor entre comillas porque son de amor pero los protagonistas son zombies, vampiros, fantasmas... ya sabéis que soy especial y con canciones como esta...
...¿qué os esperabais?
Pero que sean de "terror" no las hace menos románticas y dramáticas. Las iré escribiendo, poco a poco en forma paralela a La Generación Omega, para quitármelas de la cabeza y desconectar de la Generación, aunque no dejaré a mis peques de lado. No podría hacerlo.
Bueeeeeno, me voy a seguir charlando con las musas. Pero sin pasearme que llevo un dolor de espalda que no me tengo. Y eso que no es nada ¬¬
Xauuu!!